Mystére

 Mystére

Presientes que vas a presenciar algo mágico, profundo, indeleble. Bienvenido a Mystère, el primer show en Las Vegas de la exitosa compañía Cirque du Soleil. En su segunda década de presentaciones, Mystère sigue demostrando que no es solamente el show “original” de Cirque, sino que sigue siendo uno de los mejores.

Lo que llama la atención desde antes de que empiece el show es el mismo teatro. Parece no haber un asiento malo en él, y a pesar de sus 1,618 asientos, es un espacio íntimo y acogedor. Además, hay entretenimiento antes del show para los que llegan un poco temprano. 

El payaso principal del show, Brian Dewhurst, quien es una pequeña leyenda en Las Vegas, es muy, pero muy gracioso. Hace de las suyas con quien se le cruce por el camino antes y hasta durante el show, incluyendo quitarle las palomitas y los refrescos a una pareja, llevándose a una persona detrás del escenario y mucho más. Este elemento cómico, el cual siempre nos recuerda que la vida es graciosa y que no la debemos tomar demasiado en serio, es muy entretenido, y el payaso aparece cuando menos te lo esperas. 

El show empieza con un impresionante segmento con tambores y personas colgando del enorme techo, criaturas fascinantes vestidas con trajes de todos los colores del arco iris, cantantes con voces mágicas vestidas con trajes holgados que les dan aire de hadas, acróbatas brincando por el escenario, y una bebita traviesa. Algunos de los segmentos más impresionantes incluyen trapecistas que vuelan por el aire (no siempre con red de seguridad) y todo un grupo de atletas que usan un subibaja como resorte para catapultarse por el aire hasta caer precisamente en los hombros de los hombros de las manos de otro compañero. Algunas veces, querrás cerrar los ojos para no tener que verlos si el pie derecho está a medio centímetro más allá de lo que debería de estar. Pero no hay de qué preocuparse: nadie se cae, nadie se lastima. El circo es perfecto gracias a estos grandes profesionales. 

Varios acróbatas demuestran la fascinante fuerza de sus extremidades de sus relativamente pequeños cuerpos al brincar entre postes verticales como si fueran ranas y como si no les costara ningún tipo de esfuerzo. Para todos aquellos que hemos tratado de hacer uno u otro ejercicio en el gimnasio, sabemos lo enormemente difícil que es esto. Los acróbatas en el trampolín (el cual también cubre parte de las paredes), vuelan y brincan por el aire, acompañados por el son de los tambores, con una precisión impresionante, representando al niño que todos llevamos dentro. 

Uno de los momentos más bellos del show incluye a media docena de artistas, vestidos con bellos trajes que los convierten en pájaros, que parecen caer del cielo (eso sí, protegidos por resorteras) para volver a botar y sentarse en sus trapecios para dejarse caer una y otra vez, volando por el aire con la facilidad de quienes representan: pájaros. 

Mystère es realmente un circo humano. No hay animales, solamente atletas, acróbatas de nivel mundial, bailarines, músicos y cantantes en vivo, comediantes, y actores de todos los rincones del mundo. Desde hace muchos años, Cirque tiene la costumbre de encontrar sus atletas en Juegos Olímpicos y competencias internacionales. Es evidente que lo que estás viendo son algunos de los mejores gimnastas del mundo. 

El show no cuenta una historia linear, y no hay ningún diálogo, por lo cual es ideal para personas que no dominan el inglés. Además, Mystère es uno de los mejores shows en Las Vegas para niños, quienes quedan fascinados con los sonidos y los colores. El show habla el idioma universal del arte, de la agilidad y fragilidad del cuerpo humano, de la belleza de los colores, y de los sonidos de la música que nos unen a todos.

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